Desembarco y batalla de Normandía, invasión del continente europeo llevada a cabo en las costas francesas de Normandía por las fuerzas aliadas, con el objeto de proceder a la liberación de los territorios ocupados por el III Reich alemán, seguida de una serie de combates que tuvieron lugar desde el 6 de junio hasta el 20 de agosto de 1944, durante la II Guerra Mundial. El desembarco se produjo en una amplia línea de playa, bañada por el canal de la Mancha y situada entre Ouistreham, al este, en las proximidades de la ciudad francesa de Cherburgo, en la península de Cotentin, y Saint-Martin-de-Varreville, al oeste, cerca de la desembocadura del río Sena y de la ciudad de El Havre. El nombre en clave de la operación ultrasecreta que permitió el desembarco fue Overlord.
La contraofensiva aliada comenzó el 6 de junio de 1944, cuando tropas procedentes de Gran Bretaña en las que predominaban británicos, canadienses y estadounidenses tomaron las playas normandas donde habían desembarcado y avanzaron rápidamente hacia el interior, excepto algunas compañías de Estados Unidos, que tuvieron que hacer frente a la tenaz resistencia alemana. Las medidas tomadas por los aliados para confundir al Ejército enemigo habían surtido el efecto deseado y numerosas divisiones de tanques Panzer habían quedado en reserva en Pas-de-Calais, donde los alemanes habían pronosticado que tendría lugar el desembarco aliado. Además, la supremacía aérea conseguida por los aliados les permitió bombardear las carreteras y líneas de ferrocarril del norte de Francia, logrando así retrasar seriamente el desplazamiento de los refuerzos alemanes hasta las cabezas de puente establecidas en las playas tras el desembarco.
El avance de las fuerzas aliadas desde estos puntos requirió más tiempo del que se había previsto. Las tropas canadienses y británicas, dirigidas por el mariscal de campo Bernard Law Montgomery, no consiguieron conquistar la estratégica ciudad de Caen hasta el mes de julio debido a la firme resistencia alemana y sólo después de un fuerte bombardeo aéreo que destruyó prácticamente la ciudad. Mientras tanto, las unidades estadounidenses habían conquistado Cherburgo, pero el avance aliado se vio nuevamente retrasado cuando intentaban abrirse camino a través del denso bosque normando, que proporcionaba una excelente protección a las formaciones defensivas alemanas. Pese a estas dificultades, después de la toma de Saint-Lô y Avranches a mediados de julio, el camino quedó despejado para la incursión aliada hacia el interior del país, oportunidad que aprovechó el general Omar Nelson Bradley, comandante del XII Grupo de Ejército estadounidense, movilizando a sus tropas hacia el este.
El dictador alemán Adolf Hitler no permitió que la Wehrmacht (Fuerzas Armadas alemanas) abandonara Normandía y ordenó a las fuerzas acorazadas emprender un contraataque contra los aliados en las proximidades de Avranches. La ofensiva de los alemanes fue rechazada el 7 de agosto y estas tropas quedaron rodeadas por las divisiones británico-canadienses y estadounidenses, que comenzaban a aproximarse por ambos flancos. El 19 de agosto las fuerzas aliadas se habían reunido en Falaise, dejando bloqueadas a doce divisiones alemanas que quedaron a merced de los bombardeos de la aviación y la artillería. Fue entonces cuando Hitler ordenó a sus fuerzas retirarse de esta posición: 30.000 hombres consiguieron huir y 50.000 fueron capturados por los aliados. El éxito de la operación permitió abrir un segundo frente en Europa occidental que debilitó las posiciones alemanas; unos días después, el 25 de agosto, las tropas aliadas entraron en París.
La contraofensiva aliada comenzó el 6 de junio de 1944, cuando tropas procedentes de Gran Bretaña en las que predominaban británicos, canadienses y estadounidenses tomaron las playas normandas donde habían desembarcado y avanzaron rápidamente hacia el interior, excepto algunas compañías de Estados Unidos, que tuvieron que hacer frente a la tenaz resistencia alemana. Las medidas tomadas por los aliados para confundir al Ejército enemigo habían surtido el efecto deseado y numerosas divisiones de tanques Panzer habían quedado en reserva en Pas-de-Calais, donde los alemanes habían pronosticado que tendría lugar el desembarco aliado. Además, la supremacía aérea conseguida por los aliados les permitió bombardear las carreteras y líneas de ferrocarril del norte de Francia, logrando así retrasar seriamente el desplazamiento de los refuerzos alemanes hasta las cabezas de puente establecidas en las playas tras el desembarco.
El avance de las fuerzas aliadas desde estos puntos requirió más tiempo del que se había previsto. Las tropas canadienses y británicas, dirigidas por el mariscal de campo Bernard Law Montgomery, no consiguieron conquistar la estratégica ciudad de Caen hasta el mes de julio debido a la firme resistencia alemana y sólo después de un fuerte bombardeo aéreo que destruyó prácticamente la ciudad. Mientras tanto, las unidades estadounidenses habían conquistado Cherburgo, pero el avance aliado se vio nuevamente retrasado cuando intentaban abrirse camino a través del denso bosque normando, que proporcionaba una excelente protección a las formaciones defensivas alemanas. Pese a estas dificultades, después de la toma de Saint-Lô y Avranches a mediados de julio, el camino quedó despejado para la incursión aliada hacia el interior del país, oportunidad que aprovechó el general Omar Nelson Bradley, comandante del XII Grupo de Ejército estadounidense, movilizando a sus tropas hacia el este.
El dictador alemán Adolf Hitler no permitió que la Wehrmacht (Fuerzas Armadas alemanas) abandonara Normandía y ordenó a las fuerzas acorazadas emprender un contraataque contra los aliados en las proximidades de Avranches. La ofensiva de los alemanes fue rechazada el 7 de agosto y estas tropas quedaron rodeadas por las divisiones británico-canadienses y estadounidenses, que comenzaban a aproximarse por ambos flancos. El 19 de agosto las fuerzas aliadas se habían reunido en Falaise, dejando bloqueadas a doce divisiones alemanas que quedaron a merced de los bombardeos de la aviación y la artillería. Fue entonces cuando Hitler ordenó a sus fuerzas retirarse de esta posición: 30.000 hombres consiguieron huir y 50.000 fueron capturados por los aliados. El éxito de la operación permitió abrir un segundo frente en Europa occidental que debilitó las posiciones alemanas; unos días después, el 25 de agosto, las tropas aliadas entraron en París.
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